domingo, 8 de junio de 2014

Capítulo 19

Una relación de años, llena de confianza, amor, compañerismo, de sentirnos cómodos uno con el otro… Una nueva persona que aparece y se roba todas mis sonrisas, que me cautiva y no me permite dejar de pensar en él. Una gran confusión que crece. Miles de sentimientos encontrados…

Hasta ahí pude leer antes de quejarme.
-Ay no. Esta película no me gusta chicas, veamos otra -dije a Zai y a Flor mientras bajaba la caja del DVD en la que estaba leyendo la sinopsis de la historia, y la apoyaba en la mesa. Mesa en la cual todavía se encontraban algunos restos de la picada que habíamos disfrutado con mis amigas.
-¡Pero es una historia de amor! Siempre terminamos viendo una así porque somos tres romanticonas perdidas... Encima me comentaron que es re linda -me dijo Flor que estaba sentada a mi lado y tomó la cajita en sus manos para también leer.
-Ah, ya entiendo por qué no queres verla -agregó riéndose y le paso la caja a Zai que acababa de volver de la cocina con una botella de jugo-. Lee amiga –le dijo.
-¿Te sentiste identificada querida? -me dijo Zai riendo después de haberse fijado en la sinopsis.
-No se burlen. Quiero despejarme… Con mi vida ya tengo suficiente -le dije y se rieron más.
-¡Siempre tan exagerada! -me retó Zaira-, a demás ya alquile esa, ni leí bien lo de atrás, la agarré y me la recomendó la chica que atiende en el videoclub.
-¿Y si buscamos una en la compu? No sé, algo de acción, de guerra. Alguna en la que no haya amor- les propuse medio en chiste, medio en serio.
-Dale Pau, es una película -me dijo Flor poniéndose más seria.
-Está bien -acepté finalmente. Resignada.
-Bueno, enchufa el DVD al toma corriente, a la televisión ya está conectado, que mientras voy a hacer los pochoclos -dijo Flor.
-Te ayudo a vos Flor -le dijo Zai y la siguió. Dejándome sola.
Desde el sábado cuando estaba en el parador de Mar del Plata que no había vuelto a hablar con Martín. Todo lo que habíamos hablado, luego de su mensaje de Facebook por la foto mía con Pedro que vió, fue lo siguiente:
Pau: Ay, esta Zaira… Nos sacó justo foto cuando su primo me quería tirar al mar... Pero nada, es solo eso. ¿Todo bien por allá? ¿Ya arrancaron a trabajar?
Martín: Ah, muy amigos se hicieron con este chico, ¿no? Si, ya estamos trabajando. Ahora voy a tener internet y señal, así que si querés, y no tenés otros entretenimientos, vamos a poder hablar más seguido.
Pau: Eu, Mar… Pedro es muy simpático y nos hicimos amigos. Solo eso. No me hables mal.
Martín: Perdón, será que no verte hace tanto me pone más nervioso y esa foto me dio un poco de celos. No te jodo más. Suerte en el desfile que te queda. Muy lindas las fotos que subiste del de ayer. Nos hablamos!

Y luego de eso se desconectó, ni un te extraño, ni un “un beso”, ni un te quiero o un te amo. ¿Tanto se iba a enojar por esa foto? Está bien que nunca fui de tener muchos amigos varones, por lo que nunca tuvo que ver fotos así mías con otros chicos, pero… Pero no sé, la verdad es que no sé qué pensar porque lo que sí sé es que con Pedro pasaron más cosas que un abrazo o el juego en la playa que se ve en esa imagen… Y me tiene bastante culpable, pero no puedo evitar sentir por él lo que siento. Es algo más fuerte que yo. Pero todavía no sé si más fuerte de lo que siento por Martín y no sé cómo hacer para sacarme esa duda…
Suspiré y me levanté de la silla en la que me encontraba para enchufar el DVD tal y cómo me lo habían pedido, pero no podía dejar de maquinarme mientras acomodaba todo. Me senté en el sillón y todos los recuerdos de lo vivido el sábado pasado después del último desfile que hicimos en Mardel vinieron a mi mente:
Como siempre, o mejor dicho, como a lo largo de estos dos días, Zaira había desaparecido mágicamente. Seguro que Juan la había llamado o ella andaba por ahí intentando cruzárselo “por casualidad”. No es que eso me molestara, me ponía contenta que se estuviera acercando más al chico que le gustaba desde hace tanto tiempo, pero no le costaba nada avisarme para no dejarme esperándola en los camarines como 20 minutos hasta darme cuenta de que no iba a aparecer… Busqué a Pedro, a pesar de que a veces me ponía incomoda cuando nuestros sentimientos no se podían disimular (solo por el hecho de que siempre me acordaba también de Martín), amaba cada segundo que pasaba con él, siempre sabía cómo hacerme reír y terminábamos hablando hasta por los codos de cualquier cosa… Bueno, yo hablaba hasta por los codos, pero se ve que a él no le molesta nada escucharme. Y si le molesta lo disimula bien.
En fin, lo encontré en el pasillo y al verme enseguida el rostro se le iluminó y apareció su sonrisa más hermosa, mi sonrisa favorita, esa sonrisa tímida, como intentando disimular su alegría pero sin conseguirlo del todo. Observé que tenía el pelo un poco mojado y no entendí bien por qué.
-Hola –me dijo y yo también sonreí ahora.
-Hola –le respondí y me quise sacar la duda- ¿por qué tenés el pelo húmedo?
-Es que llamo mi viejo por teléfono y como acá adentro no tenía buena señal salí afuera para conversar, y parece ser que la tormenta sigue sobre la ciudad… Llueve de nuevo.
-Uh –fue lo primero que me salió decir y la sonrisa se me borró un poco-. No pude ni siquiera sacar mi traje de baño de la valija.
-Sí, la verdad que estuvo un poco en nuestra contra el clima... –comentó y agregó:- Cuanto que tardabas. ¿Zai todavía se cambia?
-No, ni la vi a Zai después de que bajamos de la pasarela. La perdí y creo saber con quién se fue –le respondí con picardía.
-Ah, creo que yo también sé –me dijo mientras agarraba una de mis bolsas. Siempre iba re cargada a los desfiles: maquillajes, cremas, perfume; cosas no tan necesarias porque los de la agencia nos las ofrecían pero que ya era una costumbre para mí llevarlas-. Te ayudo.
-Gracias –le dije y sonreí, siempre tan caballero él, y ante el breve silencio que siguió a mi agradecimiento, agregué:- Muero de hambre. ¿Buscamos a Zai y comemos algo?
-Dale. ¿No querés dejar todo esto en tu habitación primero? –me preguntó levantando mi bolsa que él sostenía para mostrarme de qué hablaba. Tenía razón, no estaba bueno andar cargada por todo el hotel. Asentí y nos dirigimos hacia el ascensor-. Quinto piso –anunció Pedro mientras presionaba el botón con el número 5 y las puertas se cerraron delante de nosotros.
Enseguida me miré en los espejos y pude ver mi maquillaje un poco corrido bajo mi ojo derecho. ¡El horror! Y Pedro me había estado viendo así todo este tiempo. Apoyé las bolsas en el piso con rapidez y me puse a arreglarme.
-¡Ay Pedro! –Me quejé… “Trin” me interrumpió el sonido que el ascensor hacía para indicar que pasábamos por algún piso, en este caso el segundo. Pero yo continué con mi queja al instante-. ¿Cómo no me avisaste que tenía el maquillaje corrido?
-¿Eh? –me dijo como sorprendido y me miró. “Trin”, sonaron las campanitas del ascensor indicando que pasábamos por el tercer piso-. Ah, pensé que por ahí ya sabías…
-¿Cómo voy a andar así? Que desastre… –a penas terminé esa frase no pude verme más en el espejo, no pude ver más nada y sentí como el elevador se detenía. Un grito se escapó de mis labios- ¿Qué paso? ¿Qué pasa? –pregunté hiper nerviosa y escuché que Pedro que me respondía:
-Creo que se cortó la luz, parece que la tormenta está tratando mal a la electricidad este fin de semana –lo sentí muy tranquilo pero yo estaba que no daba más. ¿Y si no volvía como en una hora? ¿Y si nadie sabía que estábamos acá? Mi respiración comenzó a ser acelerada y ruidosa. Quise dar un paso para encontrar una pared y apoyarme porque me sentía mareada pero en vez de eso tropecé con una de las bolsas que había dejado en el piso y maldije en voz alta.
-Me siento mal –pude decir y escuché como Pedro se movía cerca de mí.
-Tranquila -me dijo y sentí su mano en mi brazo-. Acá estoy. No pasa nada.
-Odio el encierro. ¿Te imaginas si nos quedamos por horas acá? ¡Me muero! –Volví a alterarme mientras hablaba y me maquinaba más.
-Pau, sh, no digas eso –me dijo mientras me rodeaba con sus brazos y yo acomodaba mi cabeza en el hueco de su cuello buscando contención-. Seguro que ya nos sacan. O capaz que la luz vuelve enseguida.
Intenté calmarme respirando hondo y al hacerlo el olor a lluvia mesclado con su perfume llenó mis pulmones, y me encantó. Qué bien huele. Esa sensación de tenerlo cerca, conteniéndome, su fragancia… Todo condujo a que comenzara a relajarme un poco.
Pasaban los minutos y nada cambiaba, casi ni nos movíamos, yo solo me concentraba en respirar tranquila, en no ponerme nerviosa de nuevo y Pedro solo me acariciaba la espalda, acción que conseguía terminar de relajarme.
-Gracias – le dije.
-¿Por qué?
-Por ayudarme a estar calma, sola ya hubiera golpeado todo y gritado como loca.
-Un poco gritaste como loca –me dijo y sentí como su pecho se movía al reírse.
-No te burles –le reproché levantando mi cabeza de su hombro, buscando poder mirarlo a la cara a pesar de la oscuridad pero al estar tan cerca lo choqué, más que chocarlo lo rocé, sentí su mejilla contra la mía y mi corazón volvió a acelerarse al igual que mi respiración, pero esta vez no del miedo. Suspiré para acompasar mi respiración de nuevo pero tenerlo cerca me volvía loca, sentí como una presión que se iba adueñando de mi panza… Automáticamente subí mi mano hasta su rostro, colocándola en su otra mejilla. Percibí como su respiración también se aceleraba y ya no pude contenerme más, no podía reprimir más mis ganas, mi deseo de sentir por lo menos una vez más sus labios sobre los míos. Con mi mano en su mentón lo guié hacía mi y luego la usé para encontrar sus labios en medio de la oscuridad, enseguida me acerqué más a él y rocé mis labios con los suyos.
Pude sentir como se sorprendía de mis acciones peor también como le gustaban, sonreí y sentí como él también lo hacía, me separé un segundo y una risita nerviosa se me escapó pero volví a acercarme al instante, después de que presioné mis labios sobre los suyos por segunda vez él me abrazó con más fuerza atrayéndome hacía él y ahí fue cuando el beso empezó en verdad. Yo lo tomé por el cuello también acercándolo aún más, si es que eso era físicamente posible.
Ahora, sentada en la casa de Flor y recordando esa situación volvía a sonrojarme y volvía a sentir esa presión en mi panza, ese escalofrío por mi espalda… Del ascensor tardaron 15 minutos más en sacarnos luego de que aquel beso comenzara, y seguíamos besándonos cuando oímos que alguien golpeaba la puerta preguntando si estábamos bien. Esa vez no estaba tan incómoda, esa vez no pensé en Martín mientras lo besaba, ni hasta bastante después. Sin luz aún, llegamos a mi habitación sin casi hablar pero tomados de la mano, no me podía borrar la sonrisa de la cara y sentía mis mejillas arder, seguramente estaba muy ruborizada. Dentro nos encontramos con Zai y nos separamos un poco para que no nos viera de la mano. Dejamos las cosas allí, comimos los tres juntos y al otro día a la madrugada salimos hacia nuestra ciudad nuevamente.
No habíamos vuelto a tener una situación a solas desde lo del ascensor, no había podido hablar tampoco con él por ningún medio. Las chicas ya sabían lo que había pasado y principalmente por eso era esta reunión de amigas un domingo a la noche, aprovechando que los papás de Flor no volvían hasta tarde porque estaba en un cumpleaños. Les había pedido a mis amigas una sesión especial de psicólogas para que me ayudaran a aclararme las ideas. Ya que estábamos también cenamos y luego tocaba ver la película.
Cuando se aparecieron con los pochoclos yo seguía sentada en el sillón con la vista perdida y una sonrisa en mi rostro.
-¿Recordando que lindo es un ascensor? –me preguntó Zai y ambas rieron.
-¡Callate! –la reté pero también me reír. Me conocían muy bien.

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Ya no sé como disulparme por mis desapariciones, pero PERDÓN.
Ya pasaron mis parciales y otras cosas muy importantes que tenía que hacer. Espero que durante la semana pueda subir otro capítulo, se vienen unos muy lindos.
Gracias por el aguante y seguir leyendo.
Que tengan un muy buen comienzo de semana ♥

Agos ☺

5 comentarios:

  1. Muy Lindo Capítulo❤ No pasa nada y esperamos el próximo capitulo!

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  2. muy bueno,ojala pau y pepe pronto estén juntos!!!

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  3. Que lindo capitulo! extrañaba tu nove pero esta todo bien :D espero el próximo! ojala Pepe y Pau se acerquen MAS!

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  4. hay que lindo me encanto espero el siguiente besotes

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