-Corrí desde la esquina para alcanzar a Flor -nos dijo y le dimos un vaso de agua cuando pasamos por la cocina para que recuperara su aliento. Las tres juntas volvimos al patio donde estaba Pedro sentado en el mismo sitio donde lo había dejado, con Luca apoyado en su pierna y él acariciándolo.
-¡Luca! No seas pesado -reté a mi perro, capaz a Pedro le molestaba pero como siguió acariciándolo Luca ni se movió.
-No te preocupes Pau, no me molesta. Me encantan los animales -me dijo y tras dedicarle una sonrisa invite a las chicas a sentarse.
-No puedo ser más olvidadiza porque no me alcanzan las horas del día -comentó Zai- ¡Por suerte el panadero me conoce y me las guardo en la caja registradora!
-¡Qué suerte! -Agregó Flor -Y qué bueno que trajeron facturas -dijo riendo mientras saludaba a Pedro y se sentaba a su lado.
Pasamos una linda tarde charlando y riendo sobre todo nosotras tres. Pedro seguía bastante tímido pero descubrimos que era buen cebador de mates y supe que se sentía cómodo en ese rol porque él mismo se ofreció a cebar, así que lo aprovechamos.
-¿En España conseguían yerba Pepe? -le preguntó su prima.
-Sí. Era difícil y a veces el precio aumentaba mucho, pero siempre tratábamos de tener nuestra reserva porque a todos en casa nos gusta mucho tomar mate.
-y si, es tan lindo disfrutar de unos mates con familia, con amigos, o a veces solo también, ¿no? -comenté yo.
-Sí, eso es verdad. Igual a mis amigos de allá mucho no les gustaban -nos dijo.
-Me imagino -dijo Flor-. Sobre todo lo de tomar todos de la misma bombilla, ¿no?
-Sí, eso es lo que menos les convence -dijo y sonrió.
También disfrutamos de la pileta y comimos las facturas. Flor nos contó de todos los planes que tenia armados junto con sus primos para los días que pasarían en la playa, y con Zai organizamos algunas salidas con Pedro para que conozca las cosas nuevas de la ciudad, cosas que habían construido o abierto después de su última visita al país. Nosotras íbamos a ser las encargadas de ser sus guías turísticas, ya que Zai me lo había propuesto y yo no encontraba ningún problema. Así pasaría unas vacaciones entretenidas paseando por varios lugares.
El viernes nos levantamos temprano y fuimos a la terminal de ómnibus para despedir a Flor. Su micro salía a las 9 de la mañana así que aprovechando el pronóstico de buen tiempo para ese día y que íbamos a estar despiertos desde temprano, organizamos con Zai y Pedro para ir a la terminal ya preparados y el resto del día dedicarnos pasear y recorrer la ciudad, es decir, fuimos con la vestimenta adecuada para caminar mucho durante todo el día.
En cuanto el micro de Flor partió, Zai, Pedro y yo nos dirigimos a la parada de colectivos que se encontraba a una cuadra de la terminal y tomamos el B1 que nos llevaba hacia la costanera de nuestra ciudad.
Hace unos pocos años que habían terminado de reconstruirla y había quedado muy hermosa. El río era bastante ancho pero aun así se podía ver la otra orilla desde nuestro lado los días en que la visibilidad era buena, se podía navegar en él: ofrecían paseos en lanchas, botes, también catamaranes hasta una isla no muy grande que estaba justo en el medio y en ella se podía disfrutar de una caminata por un sendero para estar en contacto con la naturaleza pero también de una pequeña confitería muy bonita. El agua dividía nuestra ciudad de la ciudad vecina y a lo largo de toda la costanera podíamos encontrar diversos negocios: desde bares, restaurantes, hasta librerías, disquerías, negocios de ropa, entre otras cosas. Era una calle llena de comercios y era muy lindo pasear por allí para aprovechar la hermosa vista del río y también para mirar vidrieras o hacer alguna compra.
-Y bueno... ¿Qué hacemos primero? -preguntó Zai que estaba deseosa por mirar todas las vidrieras. Yo también lo deseaba pero pensé en Pedro: no creo que él nos soporte hablando de ropa desde tan temprano.
-¿y si primero vamos en un catamarán hasta la isla y recorremos por allá? Así, de pasada almorzamos algo en la confitería- propuse.
-¿Y las vidrieras a la tarde? - preguntó mi amiga y me reí... La conocía tanto.
-Como prefiera Pepe sino... Dejemos elegir al invitado -dije mirándolo y sonriéndole.
-Decidan ustedes que conocen mejor todo. Yo no tengo problema. Demasiado que dejan de lado otros planes para pasar tiempo conmigo -nos respondió. Note que se sentía otra vez medio incómodo, esta vez hasta parecía sentirse culpable... ¡Pero no entiendo por qué! Si nosotras empezamos a planear los paseos, nadie nos obligó a nada. Me molestaba un poco que sea tan... Tan... No sé si la palabra es "tímido", pero me molesta notar que todo el tiempo se sentía como fuera de lugar, cuando nosotras eramos las que lo incluimos en los planes para demostrarle que su presencia y compañía nos agrada. Bah, yo intento demostrarle que me caía bien, o que quiero conocerlo más. A su prima, obviamente, no le va a molestar estar en su compañía.
-No suspendimos ningún plan Pedro -le dije con franqueza -además nosotras te propusimos ser tus guías turísticas. Si no teníamos ganas ni te ofrecíamos.
-Si Pepe, Pau tiene razón. No nos molesta para nada -Agregó Zai.
-Bueno, gracias chicas -nos respondió Pedro y antes de seguir caminando agregó algo más, mirándome a mí y sonriendo-. Y podes decirme Pepe. Ya te dije.
-Bueno -le respondí y me quede un poco más tranquila. Parecía que finalmente estaba aceptando, aunque sea un poquito, que puede haber confianza entre nosotros-. Vamos que ahí está por salir un catamarán.
Caminamos los tres juntos hacia la zona donde atracaban los barcos, allí también estaban los puestitos donde te vendían los boletos para viajar. Zai se acercó, compró 3 y rápidamente nos subimos a uno de los catamaranes que ya partía.
-No recordaba que estos barcos se movieran tanto -dijo Pedro agarrado con fuerza del borde del catamarán una vez que comenzó el viaje.
-¡Primo! ¿Estás muy mareado? -se preocupó Zai.
-Sí, un poco -admitió y bajó más la cabeza.
-Creo que si miras el agua es peor. Vení, sentate por acá -le dije y luego le pase un brazo por los hombros para sostenerlo, para ayudarlo. Se quedó mirándome... Pensativo, como si estuviera deliberando entre dejar que lo ayude o no. Finalmente accedió y junto con Zai lo acercamos a uno de los asientos libres.
-Gracias -nos dijo. Zai se rió y se mordió el labio inferior. Pobre Pedro, yo lo entendía, al principio también me re mareaba pero como a Martín le gustaban estos paseos me había tenido que ir acostumbrando.
-De nada -le respondí y justo en ese instante mi celular comenzó a sonar. Miré la pantalla y leí "Nuevo mensaje de 'Amor'", instantáneamente una sonrisa se apoderó de mi rostro.
-Es Martín, ¿no? -me preguntó mi amiga y asentí. Me senté al lado de Pedro y me dediqué a leer el mensaje de mi novio... ¡Cuánto extraño sus besos! Esto de un mensajito o dos por día me está volviendo loca.
"Hola hermosa. Cómo va todo? Acá todo lindo por suerte, portándome bien como te prometí. Jaja! Esta noche vamos a un resto-bar con wi-fi, estate atenta a mi mensaje así nos conectamos. Te amo. Besos." Decía el mensaje.
No pude contener un suspiro al terminar de leerlo y Zai se rió de mí revoleando sus ojos. Yo me encogí de hombros restándole importancia a su burla y me concentre en responderle a Martín.
Odiaba tenerlo tan lejos pero más odiaba que se haya ido a esa zona de Brasil, tan alejado de todo, ¡tan alejado de la tecnología! Sí que era un lugar paradisiaco, eh.
Por suerte, al parecer, esa noche irían a un lugar un poco más civilizado, no puedo esperar más para hablar largo y tendido con él.
Tanto me distraje respondiendo el mensaje y pensando lo que le diría esta noche, que solo cuando Pedro me toco el hombro para avisarme que habíamos atracado volví a la realidad.
Una fila ya se había formado para descender del barquito, todos bajábamos aquí ya que la embarcación esta solo iba y venía de donde habíamos partido hasta esta isla; con los chicos nos formamos detrás de una pareja de ancianos y esperamos nuestro turno para bajar. Al pisar tierra el color comenzó a volver poco a poco a la cara de Pedro.
-¿Estás bien? -quise saber.
-Mejor que hace un rato. Espero que a la vuelta no me haga tan mal el movimiento ese -comentó riendo un poco.- ¿no se puede volver nadando, no?
Negué con la cabeza y me uní a sus risas. Por momentos era tan callado y por otros tan simpático, chistoso, que me desconcertaba; no lograba terminar de conocerlo a pesar de que ya hacía casi una semana que compartíamos muchos momentos cada día. Tal vez ahora que solo estábamos él, Zai y yo terminaba de entenderlo. No es que Flor interfiriera o molestara, ni nada por el estilo pero ahora si o si lo incluíamos en todas las conversaciones y, tal vez, al ser menos se soltaba más.
En la isla aún había poca gente así que aprovechamos para caminar recorriendo los senderos que habían abierto para que los visitantes pudieran pasear. Miramos las hermosas aves que se acercaban totalmente confiadas a nosotros, era algo muy lindo de apreciar, siempre que caminabas por aquí podías ver la confianza que tenían los pájaros, se notaba que en este lugar nadie las había maltratado. Era como una "ley" que en este lugar había que protegerlas y cuidar su hábitat.
-¡Qué lindo lugar! Valió la pena el mareo -dijo Pedro bromeando sobre su descompostura de hace un rato mientras Zai se quedaba atrás atándose sus cordones y yo me reí.- y que linda es tu risa también.
Comentario inesperado si los hay. ¡Creo que me puse bordó! ¡Reaccioná Paula! Llamando a tierra. Atiné a sonreír y le murmuré un "gracias" pero detuve mi paso para esperar a Zai que ya había quedado bastante lejos y estaba demorándose mucho, además porque no sabía qué hacer, ni que más decir o comentar frente a los que me había dicho Pedro. Tal vez era solo un cumplido o él solía hacer esos comentarios a sus amigas, pero como buena exagerada que soy me puso nerviosa. Estuvimos unos minutos en silencio y quietos, sin mirarnos siquiera pero antes de que Zai llegara a nuestro lado otra vez, Pedro se acercó un poco más a mí y me dijo:
-Perdón si te incomodé Pau, no era mi intención. Solamente me dejé llevar por mi sinceridad -ahora el estaba ruborizado cuando lo mire a los ojos.
-No pasa nada, todo bien -le resté importancia al asunto y nos quedamos otra vez callados porque Zai ya estaba a una distancia en la que podría oírnos. Y no sé por qué pero prefería dejar a mi mejor amiga fuera de esta charla.
-¿Qué pasa? ¿Por qué se callan? -Nos preguntó. A ella sí que no se le escapa nada-. Me estaban sacando el cuero seguramente -agregó haciéndose la ofendida.
-Sí, no sabes cómo te criticaba esta chica que se hace llamar tu mejor amiga -dijo Pedro marcando las comillas con sus dedos en la frase "tu mejor amiga"-. Yo que vos tendría cuidado.
Mordí mi labio inferior y me crucé de brazos. Ahora yo me hacía la ofendida.
-Ya no se puede confiar en nadie hoy en día, eh -Comenté. Me encantaba poder cargar a Zai con la complicidad de Pedro. Esa era una de las cosas que más me gustaban de poder pasar tiempo con ellos. ¡Pobre morocha! La íbamos a volver loca.
-Ah, ¡o sea que era verdad que me criticaban! -dijo Zai de una manera muy exagerada. Tan exagerada que Pedro y yo nos miramos y estallamos en risas.
-¡Te queremos Zai! No podríamos criticarte a tus espaldas -le dijo Pedro a ella y me guiñó un ojo a mi cuando mi amiga se dio vuelta sonriendo para seguir caminando. El calor llegó de nuevo a mis mejillas pero sacudí mi cabeza para despejar mi mente. No creo que Pedro tenga ninguna intención más allá de la amistad para conmigo. No, no y no. Que me haya guiñado un ojo y me haya dicho que tenía hermosa sonrisa no era más que sus ganas de afianzar la reciente amistad ¡Obvio que solo eso! Si sabe que estoy de novia. Y yo lo sé.
Al final del recorrido por el sendero nos encontramos con la confitería, lugar donde almorzamos disfrutando de la hermosa vista del río que teníamos desde la ventana del lugar. Podíamos ver algunos patitos nadando y varias gaviotas sobrevolando el agua en busca de alguna presa, seguramente.
A penas terminamos de comer Zai propuso volver a la costa para recorrer los comercios, tiendas de ropa sobre todo, pero pude ver como Pedro se ponía pálido de solo mencionar la embarcación, miró a su prima y luego a mí para ver si nos compadecíamos de él por un rato más. Yo sabía que viajar en el agua tan movida (hoy el río estaba bastante picado) no era nada agradable con el estomago recién lleno así que intenté hacer cambiar de opinión a mi amiga.
-¿y si nos quedamos un ratito más por acá? Podemos ir un rato al mirador, que hoy lo pasamos de largo cuando caminábamos -propuse.
-¡Ay si! ¡Amo la vista que hay desde ahí! -respondió la morocha entusiasmada y Pedro me dirigió una mirada de agradecimiento.
No sé por qué pero esto nos pasaba desde hace días. Teníamos una conexión, por así decirlo, rara a pesar de lo poco que nos conocíamos no era la primer "charla de miradas" que teníamos. Me encogí de hombros y dejé de pensar en ello para seguir a mi amiga que ya se había puesto en marcha hacia el mirador tomando a su primo por el brazo para arrastrarlo junto a ella.
Pasamos bastante rato en el mirador, aprovechamos que se veía gran parte de la ciudad desde aquí para indicarle a Pedro desde la lejanía las cosas interesantes que podríamos ver durante los próximos días. Les tome fotos a ellos dos juntos para que Pedro le enviara a su padre y hermano, luego él nos tomo algunas fotos a Zai y a mí, y finalmente un visitante que se ofreció para tomarnos una a todos. Nos retrató en nuestra primera salida y nuestra primera foto los tres juntos.
--------------------------------------------------------------------------
MUY buena semana para todos!! Sonrían y sean felices. Vivan el hoy. Siéntanse vivos!!! ♥
"Te sentís vivo no cuando la vida pasa, sino cuando vos pasás por la vida, cuando perdés el miedo a morir y a vivir. Te sentís vivo cuando sabés que cada momento es único, irrepetible, cuando sabés que nada empezó con vos y nada terminará con vos."
Agos ☺
Buenisimo,segui subiendo.
ResponderEliminarMe encanto! Porfa intenta subir 2 cap a la semana!!! Jajajajaja se me hace eternaaa! Pero me encanta!! Escribis muy lindo
ResponderEliminarMe encantó Agos, ojalá se sigan acercando y que aprovechen que Martín está lejos jajajja
ResponderEliminarMuy lindo, espero el próximo, ojalá sea antes del lunes jajaja
Beso!
me encanta la nove la tenia para leer hace rato pero como estoy de vaciones no me fije hoy que me hice un tiempo la lei y me encantaron los 5 cap besos
ResponderEliminar